Mira quién habla
Cuenta el historiador griego Herodoto cómo un faraón egipcio llamado Psamético estaba interesado en saber cuál era el lenguaje más antiguo del mundo. Para comprobarlo sometió a dos bebés a un cruel aislamiento en una cueva. El pastor encargado de su cuidado recibió las órdenes de no hablarles jamás. El faraón pensó que este era el método para saber cuál era el lenguaje original, pensando que la primera palabra que saliera de sus bocas, por fuerza debería corresponder a la lengua más arcaica de la Tierra.