Nanotecnología para viajar por la inmensidad del espacio
por Pedro A. Serena Domingo. Investigador Científico del CSIC
Introducción
Un viaje personal: de cosmonauta a “nanonauta”
El año 1962 fue un buen año, al menos para mí, pues un día del mes de julio vi la luz de este mundo. Buscando en cualquier página web dedicada a recopilar efemérides se puede constatar que hubo bastantes acontecimientos de índole económica, social o política, que incluso se han hecho históricos, como era de esperar, destacando quizás el enquistamiento del sangriento conflicto de Vietnam y la Crisis de los Misiles en Cuba, ambos fruto de la tensión mundial entre el bloque encabezado por los EE.UU. y el que lideraba la desapercibida URSS, conflicto conocido por el nombre de Guerra Fría, y del que vivía pendiente una gran parte de la Humanidad. La Guerra Fría mantenía varios puntos de fricción competitiva entre las superpotencias y uno de ellos era el de la supremacía militar que, por aquel entonces, se podía medir por el tamaño y potencia del creciente arsenal nuclear. Tan solo en 1962 se realizaron casi más de una veintena de ensayos nucleares, que servían para mostrar al mundo ese poder militar.